Capítulo III

Santa Cristina de la Polvorosa-Relatos                   (Siglo XV-II)

 

CAPITULO III

 

           Los despoblados que en el año 1448 afectaron a este pueblo fueron los siguientes: Columbrianos y Velilla.

          Los dos tuvieron jurisdicción propia (como correspondía al status de poblamiento en aquella época).

          En cuanto a Columbrianos, el Conde de Benavente en este año de 1448 dictó un decreto declarándolo Yermo. Así explicitaba el Conde la decisión:

          “Este lugar está yermo por razón que tiene muy poco término por causa de la dehesa que está cerca del.  AHN., Osuna, leg.444 (f.28v). “Tiene

          El Conde tiene otro término que se dice de Columbrianos, que es cerca de Requejo, Santa Cristina y Manganeses, el cual   es de herbaje”. AHN., Osuna-cartas, leg. 602 bis, s. f.

          El Conde no mintió, pero no dijo la verdad. Su razonamiento sobre los motivos de la despoblación de este incipiente municipio, no se sostienen por sí solos. Dice el buen señor que tiene muy poco término; calculado a ojo de buen cubero, la extensión estaría en torno a las 800 has., ¿no eran suficientes estas tierras para tres o cuatro familias? Alega también la existencia de una dehesa en el mismo término. ¿Por ventura la dehesa no era también suya?, ¡claro que era suya! Consecuentemente la justificación que nos ofrece en los legajos de Osuna no son totalmente ciertos. Más bien -diría yo-  inducen a error. 

          Si tenemos en cuenta que el Régimen Feudal se afianzó en España y en toda Europa con el monopolio del poder en manos de la nobleza y la Iglesia, con sus correspondientes señoríos, tenemos que concluir que todo lo que pasara en sus feudos era de su exclusiva responsabilidad.

          Tampoco dice  la verdad en cuanto se refiere a la dehesa, llamada antes de 1448 monte de Colunbrianos y después monte de Requejo, no la dice porque nunca en los Siglos que transcurren  desde esa fecha (1448) hasta final del Siglo pasado (1987)  nunca fue una dehesa al uso.

          Los Pimentel mantuvieron su propiedad hasta la ejecución del embargo al Duque de Osuna por el Marqués de Tapia de Casariego, alrededor de 1870; durante estos casi cinco Siglos, en el monte de Columbrianos y después de Requejo no ha existido más que una casa dedicada a guarda- montes. Por lo tanto, y a tenor de lo establecido  por la R.A.E. de la Lengua, la acepción  gramatical “dehesa”, no corresponde a la actividad desarrollada  en la finca en cuestión.

          La razón por la cual la denominación del monte cambia, no podía ser otra que el aforamiento por parte de Requejo una vez declarado yermo el lugar de Columbrianos.Aforamiento y, como era uso y costumbre por parte del Conde, la  acumulación de ambos términos en el que prevalecía.

          Como verán en próximo capitulo, Requejo desaparece en el año 1685 sin dejar la más mínima huella.   

          Por último, quiero ratificarme, una vez más, en mi convencimiento sobre los motivos fundamentales de las despoblaciones:  la falta de seguridad.

          Los Reyes Católicos, una vez acabadas las guerras familiares, la primera medida que tomaron fue poner en vigor La Santa Hermandad.

          Debido al desorden que presentaba el Reino de León-Castilla, donde era difícil transitar por sus tierras sin ser secuestrado o robado, los Reyes Católicos crearon o, mejor dicho, sacaron nuevamente a la luz la Santa Hermandad. Isabel y Fernando aprovecharon este instrumento, dándole nueva forma para convertirla en apoyo principal a su sistema de gobierno.

 

– VELILLA-

          En relación a este despoblado dice Severiano Hernández en su libro “El Concejo de Benavente en el S. XV”, (del cual he tomado todas mis notas sobre el archivo de Osuna): “en este lugar solo moraba el “forero” Juan de Camarzana: “En este lugar non biuesaluo un forero del señor conde, e quando está poblado…”AHN, Osuna, leg.444 (f 28r). “Este lugar se despobló y el conde mandó al concejo de Sancta Cristina aforarlo y los vecinos y concejo de el dicho lugar de Sancta Cristina aforaron el dicho término para siempre…”AHN, Osuna-Cartas.leg. 602.

          Cuando el conde declaraba yermo cualquier poblamiento, solía hacer dos cosas: mandarlo aforar a alguno de los colindantes, agregándolo al suyo, (por lo general el aforo definitivo se concedía al concejo  que se prestaba a su explotación) o, darlo en arriendo mediante foros  a todos aquellos súbditos que estuvieran dispuestos a trabajar  y pagar el importe de los mismos.

          En este caso lo mandó aforar a Santa Cristina, como lo demuestran los documentos, pero el que lo agregó fue Benavente. Y lo agregó para siempre jamás. Ahí están los hechos: después de 570 años, el término de Velilla sigue siendo de Benavente.

          Los Pimentel se pasaron por el arco de sus caprichos o intereses los usos y costumbres de la época. Nada nuevo bajo el Sol; si consideramos sus hazañas en Portugal, sus compromisos rotos en las guerras de las Trastámara y, por qué no decirlo, su falta de seriedad en la iniciativa del conflicto de las Comunidades, llegamos a la conclusión que lo ocurrido con Velilla fue la mayor minucia en su Noble currículum.

          Cronológicamente aquí debería acabar este capítulo sobre los despoblados del S.XV, pero hay un detalle que no puedo pasar sin aclararlo.

          D.Pascual Madoz publicó en 1850 su Diccionario Geográfico, Histórico y Estadístico deEspaña. En este estudio figuran la práctica totalidad de los pueblos, entre ellos Santa Cristina.

          Dentro del apartado de nuestro pueblo, aparte de enumerar el número de casas, calles, almas(habitantes) etc., etc., cuestiones que merecerán mi atención en un futuro capítulo del Siglo XIX, figura la existencia de dos despoblados en nuestro término: Cervilla y Requejo.

          Yo no soy nadie para enmendar la plana nada menos que a D. Pascual Madoz, pero creo que existe un error en cuanto Cervilla, a mi juicio, nunca fue poblamiento, tal cual se consideraba en aquella época.

          En la Cervilla hubo una casa de guardas del monte que se mantuvo viva hasta finales del Siglo XVIII. En cuanto a Columbrianos, que es omitido en el Diccionario, y Vds. acaban de leer el relato, solo tiene una explicación, no imputable-por supuesto –  a D. Pascual. El trabajo de campo se realizaba en unas condiciones de precariedad que cualquier atropello a la realidad teníaque ser previsible. El sistema era el siguiente: los ayudantes de D. Pascual enviaban a todos los Ayuntamientos un cuestionario con alrededor de 50 preguntas; estas deberían ser contestadas por los responsables de la Corporación y remitidas al centro peticionario. En los Ayuntamientos no siempre había personas capacitadas para responder a aquellos cuestionarios. ¿Qué ocurríaentonces? La información no era correcta. ¿Había algún medio para poder contrastarla?: ¡Ninguno!

          En el Ayuntamiento de este Pueblo-en lo que a despoblados se refiere-contestaron bien a Requejo (este era reciente y estaba en la memoria de todos) y cambiaron a Columbrianos por la Cervilla.

          A pesar de los posibles errores, la obra de D. Pascual Madoz fue titánica y, consecuentemente, tanto los profesionales de la Historia como los que somos simples aficionados, debemos estar profundamente agradecidos a su obra.

          El mismo sistema empleó un siglo antes el Marqués de la Ensenada para confeccionar el gran catastro de España, los resultados fueron los mismos: falta de entendimiento de las preguntas, apreciaciones incorrectas, ocultación de datos etc., etc…Es verdad que a la gente-al menos en los pueblos- le faltaba preparación, pero no por eso tenían que ser tontos. Sabían que tarde o temprano la información que les estaban demandando tendrían que colgarla a sus espaldas. Por eso lo mejor que podían hacer era omitir o informar de manera “incorrecta”.