CAPÍTULO XII……SIGLO XIX

Voy a iniciar este Capítulo con una rectificación y una advertencia, al mismo tiempo.

En el Cap. anterior (XI), publicado estos días, comenté sobre dos presupuestos del Ayuntamiento de los años 1.838 y 1.842; presupuestos que yo califiqué de superfluos pero aprovechables, ya que, los datos consignados en los mismos nos retrataban las penurias por las que estaba pasando el Pueblo. Los apuntes de esos dos presupuestos los tenía en mí poder desde los años “Noventa”, cuando me inicié en esta tarea de investigar. Dije que me había comentado una funcionaria del Ayuntamiento, al pedirle las fotocopias del legajo que contenía los originales de esos presupuestos, que el de 1.838 sí estaba en la carpeta, pero el de 1.842, no. Le quité importancia porque yo sí tenía los apuntes.

Pues bien, al recopilar y seleccionar las fotocopias por temas, me encuentro con la fotocopia que me habían advertido perdida. Nada se ha perdido, lo único que voy a hacer es iniciar este Cap. con esa fotocopia que, realmente, debería haber publicado en el Cap. anterior. Esta fotocopia es: (Documento Nº 1-A)

En cuanto a la advertencia se refiere, por si alguien de mis lectores no conoce el funcionamiento de los archivos oficiales, “nadie, absolutamente nadie, puede sacar de allí ningún documento original”, salvo por cuestiones de recuperación o mantenimiento, y ello con las pertinentes autorizaciones legales.

Me sorprendió enormemente el hallazgo de esos dos presupuestos del Ayuntamiento; ya expliqué los motivos, pero cuando hallé las cuentas de la fábrica de la Iglesia de esas mismas fechas, con las firmas del alcalde D. Vicente Rodríguez, de los regidores D. Manuel Carrera y D. Pedro López; así como la firma del fiel de fechos D. Julián Morilloy, ¡cómo no!, la del párroco y ecónomo de esta parroquia D. Domingo Justél, me dio la sensación de que lo que estaba leyendo no eran documentos decimonónicos del Ayuntamiento,  sino Metamorfosis de Franz Kafka. Sobre el párroco D. Domingo Justél, daré algunos datos al final de este relato.

Así explicaba yo en el año 1.990 mi punto de vista sobre el hallazgo de estos documentos en el archivo del Ayuntamiento:

“Es difícil entender la sola presencia de estos documentos en el Ayuntamiento, por supuesto, sin conocer la Ley a que hacen referencia en los escritos de remisión. Pero aún resulta más difícil hacerlo desde una mentalidad como la mía, que siempre ha entendido y visto en la “Independencia” de las dos sociedades, (civil y religiosa), la única forma correcta de conseguir, cada una de ellas, su fin dentro del respeto mutuo y general que merecen”.

Continúo con mi relato del año 1.990. Esto decía yo entonces:

“A la vista de la documentación, antes de haber realizado un estudio más en profundidad, su presencia induce a pensar que el hecho de presentar en el Ayuntamiento los mal llamados presupuestos, o bien llamadas Cuentas de la Fábrica de la Iglesia (I), sería para que la Corporación los aprobara, y, al menos, pagara los posibles déficits. Nada más lejos de la realidad. Eso fue lo que pensé          en principio, pero examinando el presupuesto del Ayuntamiento de 1.842 (este era el indicado cronológicamente para recoger, supuestamente, la demanda de la Iglesia), y no encontrar consignación presupuestaria alguna por este concepto, no me queda otro remedio que considerar, con la rotundidad del caso, que la obligatoriedad de presentar las Cuentas de la Iglesia ante el Ayuntamiento, era una injerencia legal de los poderes públicos en los asuntos internos de la Iglesia, sin contraprestación alguna.”

Esto fue lo que escribí entonces, y hoy, 30 años después, me ratifico en ello.

Pero realmente el que exigía la presentación de los documentos de la Iglesia no era el Ayuntamiento, era la Diputación Provincial de Zamora (hacía ocho años que nos habían cambiado de provincia).

Les muestro una fotocopia del oficio recibido en el Ayuntamiento por parte de la Institución Provincial. Como me supongo que alguno de Vds. tendrá alguna dificultad en su lectura, se la voy a pasar a castellano de pueblo con la esperanza que lo podamos leer todos.

Parte superior izquierda: sello de la Diputación.

Dice así:                                                                                       (Documento Nº-2-A)

“Como a pesar de las circulares y avisos que se han dirigido para la presentación en la Diputación de las cuentas de gastos del culto desde 1º de enero de 1.841 a fin de septiembre de 842, las correspondientes a la parroquial de ese Pueblo, no se han presentado. Se ve S.E. (el presidente de la Diputación, por aquellas fechas, era el Jefe Político de la provincia) en la necesidad de prevenir a Vd. que, si en el término de diez días no se verifica en los términos prevenidos en la instrucción de 24 de Julio, inserta en los boletines desde el 13 de agosto nº 65 al 23 de octubre de dicho año de 842 nº 87, pasará un comisionado a costa de vs. a exigirlas o a formarlas”.

                                                                                                                     Dios.

Queda perfectamente claro, con este oficio, que no era el Ayuntamiento el que exigía la presentación de las cuentas a la Iglesia, éste solo tenía la misión de obedecer, firmando y remitiendo los documentos a la Diputación.

El hecho de que amenazara al alcalde con el envío de un comisionado, viene a suponer un acto de prepotencia, más propio de un negrero que de una autoridad. Los comisionados eran, en aquella época, autenticas bestias para la gente humilde. El simple hecho que te visitara un comisionado, con razón o sin ella, te arruinaba la vida. ¡Qué autoridades hemos tenido en Zamora!

La palabra Dios que aparece en la parte baja del oficio, a la derecha, cerrando a este, no se asusten que no es ninguna firma, es una reducción lingüística de la frase: “Dios guarde a Vd. muchos años.”

Ante el apremio de la Diputación, el párroco D. Domingo Justél envía al Ayuntamiento las cuentas de los nueve primeros meses de 1.841-que sería lo que tendría más a mano-.

No necesito traducirlas porque están muy claras. (Documento Nº 3-A)  

                            – Comentario-

La estructura es la misma que los Presupuestos: un capítulo de Ingresos-Cargo,

y otro de Gastos-Data. Al final la diferencia positiva: el remanente.

En cuanto al Cargo, dice el asiento: se cobraron por rentas correspondiente a la fábrica de la Iglesia, hasta fin de septiembre, del año de esta cuenta, por las propiedades que poseía y resultas de alcances: mil trescientos ochenta y ocho reales. (1.388 Sr.). Este como único ingreso.

¿Qué propiedades eran esas? El Curato de Santa Cristina poseía en el término de Velilla, en calidad de regalías, once fincas, cuya superficie ascendía a: 7 cargas, 62 áreas y 49 centiáreas (ver plano de Velilla), además de alguna tierra pequeña, cuya titularidad correspondía a la casa Rectoral. Del arriendo de esas fincas conseguía el párroco los fondos para el mantenimiento de la fábrica.

En cuanto al Capítulo de Gastos-Data, por una parte, me llama la atención el sueldo del sacristán. Según estas cuentas, hay que reconocer que la carrera de sacristán era un carrerón. Si comparamos el sueldo de maestro de primeras letras (presupuesto del Ayuntamiento 1.842) que ascendía a 280 reales, con este de ayudante del párroco que llegaba a341, la comparativa es muy favorable para el sacristán. No quiero compararla con el fiel de fechos (secretario), que solo llegaba a los 50 reales. ¡Cómo han cambiado los tiempos!

Pero hay más, en las cuentas- como ya veremos- de 1842, en la partida de pagos al sacristán, hay un añadido que dice: “sin perjuicio de las pitanzas de entierros, bodas y bautizos”…., me encanta esta palabra de PITANZAS; quizá sea porque no la había oído nunca. Pitanzas significa regalos, propinas etc., etc., pago por un servicio especial.

Por otra parte, me llama poderosamente la atención, el hecho de que no figure en ninguna de las cuentas presentadas el sueldo del párroco-ecónomo.

¿Por qué otro conducto lo recibía? ¿A cuánto ascendía éste? Secreto de Estado…

El ajuste de cuentas de 1.841 queda de la siguiente manera:

                                                     RESUMEN

                                  Cargo…………….. 1.388           Rs.

                                   Data…………………..933             “

                                   Remanente……..0455              “

Pensaba ofrecerles al final los datos personales que me han llegado sobre D. Domingo Justél, pero un comentario adicional suyo en las cuentas me aconseja facilitar ahora, para mayor claridad, su currículums y el porqué de sus afirmaciones.

D. Domingo había nacido en un pueblo muy cerca de aquí, en la baja Sanabria, con toda probabilidad en Justél, de ahí su apellido de procedencia. Estuvo largo tiempo profesando en el convento de los Dominicos de Benavente, pero alrededor de 1.840 fue exclaustrado del convento, debido a las leyes desamortizadoras del Gobierno. Esto no suponía ningún desdoro para él; miles y miles de frailes corrieron la misma suerte. Por este tiempo, la parroquia de Santa Cristina había quedado vacante y los vecinos consideraron beneficioso el nombramiento de este fraile como párroco-ecónomo, y así ocurrió. Hay que tener en cuenta que la presentación de párroco, aquí en Santa Cristina, la tenía el Pueblo.

A parte de algunos apuntes en el libro de actas de nacimientos, lo único que puedo apuntar es que murió aquí y fue enterrado en la Iglesia. Cuando fueron cambiados los pisos de esta, se encontró una lápida con su nombre.

Como habrán podido observar yo no he citado en este relato a D. Domingo como cura, sabía que no lo era. Fue fraile Dominico.

                                                                                                 (Documento Nº4-A)

               CUENTAS DEL AÑO 1.842 DE LA IGLESIA.

No hay, a mi juicio, grandes diferencias entre las cuentas de 1.841 y estas de 1.842. Aunque se aprecian algunas singularidades que voy a comentar a continuación.

En el Cap. de Gastos-Data, además de las consabidas partidas de aceite para el Santísimo, cera, oblata, sueldo del sacristán, etc., etc., hay a mayor una que no figuraba en las de 1.841: compostura de ropa y repaso por 350 Rs. Es difícil de entender cuando esta diferencia se produce de un año a otro. Nada más que objetar. La Iglesia siempre ha aceptado la oculta compensación.

Sin embargo, en el Cap. de Ingresos-Cargo si hay una diferencia cualitativa. En las de 1.841 los ingresos se producen exclusivamente por rentas de las fincas del curato. En 1.842, los conceptos son: por remanente del año anterior 455Rs. recogido por limosnas con que han contribuido los fieles en metálico, sin necesidad de acudir a los medios de repartimiento vecinal                      748   Rs.

                                                                                                                 Total…1.203    “

¿Es que acaso las tierras ya no estaban arrendadas para no producir rentas?

No parece posible.

¿Pudieron haber sido desamortizas por la Junta Económica de Zamora y subastadas por ésta? No parece probable, y más teniendo en cuenta que en 1.875 figuran como tales en el mapa del Conde de Patilla. Yo mismo he cuestionado este hecho, como habrán podido ver en el Cap. anterior, pero son 33 años la distancia que media entre los dos hechos. Había que ver en el archivo Provincial de Zamora las actas de la subasta.

También me resulta extraño la frase que emplea D. Domingo para justificar la recaudación entre los fieles: “SIN NECESIDAD DE ACUDIR A LOS MEDIOS DE REPARTIMIENTO VECINAL.”

Visto así, como lo plantea D. Domingo, parece que los vecinos deberían darle las gracias, después de aportar voluntariamente 748 Rs. para el presupuesto de la Iglesia.  Que fue una cantidad muy respetable, teniendo en cuenta el tiempo y las circunstancias de la comunidad. Una aberración más que los párrocos tuvieran la potestad legal, como aquí se nos presenta, de poder exigir a los vecinos unas cantidades de dinero para el culto, teniendo en cuenta la situación de miseria en que permanentemente vivían. Esto era algo más que intromisión. Era lo siguiente.

                                                                   RESUMEN

                             Cargo-Ingresos……………..1.203       Rs.

                              Data-Gastos………………….1.199“

                               Sobrante……………………….0004          “

Documento al que hago alusión.                                 (Documento Nº 5-A)

Dice así: Nada se rebaja a la Iglesia por no tener ningún derecho de Estola y oferta voluntaria para el objeto, porque nada goza ni de uno ni de otro; y para que así conste por las órdenes que nos rigen pongo la presente diligencia en Santa Cristina de la Polvorosa a cuatro días del mes de noviembre de mil ochocientos cuarenta y dos.

Firmado: D. Domingo Justél.

D. Domingo se queja amargamente por no recibir las ayudas que, al menos, él esperaba. El derecho de Estola correspondía a los subalternos que había en muchas Iglesias, como presbíteros, diáconos, subdiáconos etc., que en ausencia del cura asumían su función teniendo que utilizar la estola. Estos servicios especiales eran pagados por los fieles, en base a un derecho consuetudinario: “El derecho de Estola.”

D. Domingo no era cura, ni en aquel momento tenía ningún subalterno; consecuentemente, él consideraba que el uso de la Estola, por su parte, debería devengar los beneficios que en otras Iglesias estaban destinados a los ayudantes.

Cuando dice que no cobra de unos ni de otros, se refiere al Ayuntamiento, por una parte, y a los fieles por otra. Esta fue una forma eufemística de llamar al Pueblo “Roñoso.”

Apuntando a las órdenes recibidas, es de suponer que se refiere al acuerdo con el Ayuntamiento que le facilitó a él  la propiedad de esta parroquia. No olvidemos que Santa Cristina tenía el derecho de presentación en la elección de párroco. Este privilegio, que pocos pueblos lo tenían, creo que fue heredado por aquellos censos (créditos) contraídos en el Siglo XIV por el Concejo y vecinos de este Pueblo con la Iglesia de Santa María y San Bartolomé de Benavente, y con el convento de Santi espíritu, también de Benavente, un par de Siglos después. Esto vendría a corroborar mi hipotética idea sobre la construcción de la Iglesia. 

Estoy convencido que la Iglesia fue enteramente construida y reconstruida con fondos provenientes de los citados censos, que fueron amortizados por el Concejo y vecinos del lugar. De ahí-creo yo- le viene el privilegio.

Coincidiendo con estas fechas, se recibe en el Ayuntamiento un oficio de la diputación fechado el 20 de diciembre de 1.842 del tenor siguiente:

            Sin perjuicio del resultado de las cuentas por fin de diciembre, próximo pasado, que se deberán presentar a S.E. bajo la más estrecha responsabilidad de quien corresponde, se aprueba este presupuesto en la cantidad de mil cuatrocientos Rs., se conceptúan bastante cantidad para atender al gasto del culto y reparación de la parroquia, desde primero de octubre de la fecha hasta fin de diciembre del venidero año de 843.Se autoriza al Ayuntamiento para que en los términos prevenidos en los artículos desde el 11 al 22 de la instrucción de 24 de julio último, repartan dicha cantidad; si no hubiese fondos o deudas de la fábrica, cobrables desde luego, cuyo repartimiento ha de ser aprobado por la Diputación y en inteligencia que este presupuesto se unirá a la cuenta respectiva. Lo firman tres responsables de la Institución.

He aquí el control que querían formalizar las diputaciones. En pueblos donde sus moradores (todos católicos por ley -eso sí-) eran supervivientes del hambre y la miseria. ¿Qué economías podían hacer los párrocos en sus fábricas? ¿No habría sido más práctico y honesto controlar los palacios Obispales y Arzobispales? La fiebre del momento…..Me viene a la cabeza esa sentencia castellana: “la justicia de enero es rigurosa, pero llegando febrero es otra cosa.”

Aunque las Diputaciones y Gobiernos Políticos siguieran intentando controlarlo todo, la presión fue bajando a medida que pasaba el tiempo y las medidas no daban el resultado apetecido.

   LA CARRETERA DE VIGO, DIRECCION SANTIAGO.

Deben abstraerse de toda idea que tengan sobre cualquier carretera.

El comentario que van a leer a continuación, aunque en innumerables veces cite a la imaginaria carretera-obligado por los documentos-, era un camino sin estructura de ningún tipo, compuesto de tierra y piedras sueltas, que hoy podría aspirar a que se le considerara como un camino de cabras mal articulado.

En la mente de los jerarcas de Zamora- es impensable el motivo- lo califican como Carretera General. El cruce del rio, en las invernías, se realizaba con barcas (también en Camarzana y Rio Negro), y el resto era un conjunto de baches y lagunas de muy difícil paso. Esto en condiciones normales.

Pero en los inviernos de 1.840 y 1.841, los ríos que cruzan la mal llamada carretera general se desmadran, llevándose consigo todo vestigio de material que se preciaba para facilitar el tránsito de carruajes, caballerías y personas.

El Gobernador Político, a la sazón D. Nicolás Calvo Guayti, ordena, mediante una circular, a todos los Ayuntamientos de la Provincia que inicien inmediatamente el arreglo de todos los caminos y especialmente las carreteras generales que pasan por la jurisdicción de sus términos.

El Ayuntamiento de Santa Cristina hizo caso omiso de dicha orden, o se hizo el sueco, no lo sé, al contestar al Gobernador Político que ellos no habían recibido la citada circular. Por este motivo no consta en el archivo del Ayuntamiento.

Lo cierto es que el propio Gobernador se lo recuerda al Ayuntamiento en oficio del 21 de octubre de este mismo año (1.841). (Documento Nº1-B).

Este recordatorio dice así: En el boletín del martes 6 de abril de este año se insertó con el numero 28 una Real Orden dictando disposiciones para la rehabilitación de las travesías de los pueblos situados en las carreteras generales, como así bien para la recomposición de 325 varas (*) de entrada y salida de los mismos, con objeto de que en el próximo invierno se hallen en buen estado los caminos y no sufran retrasos las comunicaciones. De esperar era que después de tanto tiempo transcurrido hubiese remitido esa Corporación a este Gobierno Político una noticia del estado de ese pueblo, respecto al particular de que se trata, empero como no lo haya hecho, suponiendo yo que no por esto habrá dejado de ocuparse del asunto, he determinado decirle que, en el improrrogable término de doce días, contados desde el en que reciba esta orden, me manifieste qué medidas ha tomado para la reposición de las travesías de ese pueblo y las 325 varas de su entrada y salida, en la inteligencia que hallo muy avanzada la estación(**) y pesa sobre ese Ayuntamiento una responsabilidad que irremisiblemente le erige, si en este negocio muestra la más pequeña apatía.

                                       Dios que a Vd. guarde.

                              Zamora 21 de octubre

Fdo. D. Nicolás Calvo Guayti.

(*) Las varas que cita, son varas castellanas; tenían una longitud de 83,5 cm.

 (**) Quiere decir que está próxima la estación de lluvias.

Me resulta muy difícil comentar este oficio. Solo puedo decir, por ahora, que este Jefe Político o lo que fuera, tenía serios problemas de aptitud. Pero siguiendo ese refrán castellano, digo: “No hay mayor desprecio, que es no hacer aprecio.”

A este Requerimiento del Jefe Político de Zamora, el Ayuntamiento de Santa Cristina le contestó de la manera siguiente:

“AYUNTAMIENTO DE SANTA CRISTINA.”             (Documento Nº2-B)

Luego que este Ayuntamiento se penetró de la R. Orden inserta en el Boletín de 6 de abril último, dispuso, como a V.S. comunicó, que a falta de todo arbitrio se reparase la Carretera que da dirección por su término a Santiago, ocupando a los vecinos Labradores una porción de día en nutrir de Rielbo o Cascajo las quebradas más principales de aquella, dando así la posible comodidad de los tránsitos. Sin olvidar las mejoras de posibilidad, ha cuidado, también, de construir y levantar un puente cómodo y susceptible del tránsito de personas, caballerías y carros sobre el Caño de agua que atraviesa la carretera a más de la distancia de 700 varas de la Población, sitio preciso que interceptaba en las invernías los tránsitos por las aguas que por él se descuelgan (*) y esparcen por el terreno llano y de vega, sin remedio ni arbitrio a contenerlas. La posición tipográfica de la población exige la reforma de las Calles que forman parte de la Vereda (**), y este ha sido otro de los cuidados del Ayuntamiento haciendo nutrirlas y rellenarlas por facenderas (***) de vecinos a pesar de la estación crítica de la siembra de las mieses.

                      Bien quisiera el Ayuntamiento que abundar en buenos deseos y hacer una reparación formal del tránsito del Pueblo hasta el monte titulado La Cervilla, pero como carece de arbitrios y para ello se necesitan muchos miles de miles y toda obra es infructuosa o pasajera, al no levantar calzada y formar con las alcantarillas que faciliten el paso de las aguas que inundan toda aquella parte de terreno, se limita a informarlo así a V.S. para su conocimiento y para las ulteriores determinaciones que están a su autoridad y justificación.

                                               Dios guarde a V.S. muchos años.

Santa Cristina octubre 31 de 1.841

                                   Dios Gracia.

(*) Este era el Caño del Jardín, también llamado del Conde, porque recogía las aguas de una presa del Rio para llevarlas directamente al Jardín del Conde. Este caño estaba destinado exclusivamente a regar este jardín. Primero las recogió del Rio, y más tarde, cuando el Rio cambió de curso, en el mismo lugar, las tomó de la Ría.

(**) Estas calles eran de nueva creación. Correspondían a viviendas recientemente construidas al otro lado de la carretera o vereda, como se le había llamado siempre. Hay que tener en consideración que hasta el Siglo XIX, en la vereda o cañada, a su paso por el Pueblo, (lo que hoy es la carretera) no se había construido ni una sola vivienda. Lindando con esta, solo existían herreñales y huertos. Fue, durante este Siglo, cuando se pobló las veredas uno y otro lado. Así nos lo describe D. Pascual Mádoz en el año 1.855.

Consecuentemente, las calles que dice el Ayuntamiento que reparó, no pudieron ser otras que la C/ Cerrada. C/ Mesón, C/ Media Luna y C/ Bufa la Pluma. Barrios incipientes que por la situación estaban más expuestos.

Esta fue una buena justificación para el Ayuntamiento.

(***) Facendera o Hiera, es el nombre que se dio a la prestación gratuita de personas y medios para la realización de obras y servicios del municipio, siempre que el Ayuntamiento así lo demandara. En este caso concreto, el Ayuntamiento advierte, con sentido común y responsabilidad, que las facenderas se realizan cuando los labradores tienen a sus reses en holgadío, pero en esa estación que se encuentran en plena siembra, no es aconsejable.

En el siguiente oficio que van a ver, el Ayuntamiento de Santa Cristina da cuenta al Sr. Jefe Político de la Provincia de los avances que se están realizando, según las órdenes recibidas, y al mismo tiempo le pide permiso para enajenar dos fincas de los Propios, para poder hacer frente a los gastos de las obras.

También le recuerdan que no procede el Expediente abierto a este Ayuntamiento, pidiéndole disculpas.

Así es:                                    EXMO. SEÑOR.                       (Documento Nº 3-B)

El Ayuntamiento Constitucional de Santa Cristina de la Polvorosa, en el Partido de Benavente, se acerca a V.E. y con el más atento respeto expone: Que a la necesidad de cubrir el Cupo (*) que le ha sido repartido para atender a las obras de la Carretera de Vigo, y en el dolor de no hallar más medio que el de Repartimiento Vecinal (**), sobrecargado por las demás exigencias, en época en que no cuenta ni aún con lo preciso para su indispensable manutención, acudo a la Autoridad de V.E. en el mes de Abril último, proponiendo por arbitrios  la enajenación de unas cinco Cargas de terreno al sitio que dicen las Angustias o Heras del Cementerio, que valdría 1.500 Rs., por no tener más servicio que el de Heras (***), Chapazál en las invernías, y de otras tres Cargas, terreno de Segunda Calidad, a la izquierda entre el pontón que dicen de “LAS VIUDAS” (****), cuyo valor será el de 600 Rs., poco más o menos, y solicitando la competente facultad para que previas las formalidades debidas se le concediese la facultad de su enajenación; con aplicación a cubrir aquel Cupo. El Ayuntamiento que represento tiene un convencimiento por las ofensas de que V.E. estimó la formación de Expediente, (*****) pero extraviado el recurso, sin haber llegado a manos del Ayuntamiento, acude este de nuevo ante V.E.

                                                      Suplicando se sirva concederla el permiso que solicita, a fin de poder enajenar dichos terrenos y cubrir con su importe el cupo referido, sobre cuya satisfacción se le apura.

Así lo espera merecer de V.E. cuya vida guarde

Dios muchos años.

Santa Cristina junio 23 de 1842

Fdo.: Vicente Rodríguez.

(*) Cuando dice el Cupo, se refiere al trayecto de Carretera que el propio Jefe Político obligó a reparar al Ayuntamiento de Santa Cristina. Trayecto, que según memoria descriptiva realizada por el alcalde D. Vicente Rodríguez y el regidor D. Manuel Carrera, en sentido a Benavente llegaba hasta el puente de piedra, llamado “DE LAS MALAS MAÑANAS”. Este puente, que en Benavente llamaban del Jardín, estaba formado por nueve Arcos de medio punto, iguales al que quedaron como testigo. Desde Santa Cristina hasta el antedicho Puente, fue el Cupo, por esta parte, que le asignó para reparar a Santa Cristina. Según la memoria antes citada, 3.490 varas castellanas= 3,00 km. Y 14 m. Es la distancia exacta que media entre el Pueblo y ese Puente. Nunca, Nunca ha llegado el término de Santa Cristina hasta el Puente de Piedra. Esta imposición fue, a mi juicio, una humillación con ensañamiento incluido. No se atrevió con Benavente, pero a Santa Cristina la machacó.

Por la otra parte, la obligación llegaba hasta final del término: el monte de la Cervilla. La distancia era muy inferior a la de Benavente 1.417 varas, según memoria descriptiva del comisionado.

El capricho de un Gobernador Inepto se llevó por delante OCHO CARGAS de los mejores terrenos del Pueblo, en aras de no se sabe qué.

La obstinación de este personaje fue de tal calibre, que pudo arruinar al Pueblo.

(**) Lo que intenta el Ayuntamiento es hacer ver al Jefe Político que la gente del campo tiene que comer, porque, si no, se mueren de hambre; que los ganados tienen también que comer, porque, de lo contrario, no podrán realizar sus faenas. Las rentas (la práctica totalidad de los labradores son renteros) y los impuestos se pagan si se siembra y se recoge, pero no trabajando, como así ordenó el jefe, en la Carretera. Que los estómagos de sus convecinos, “estaban exhaustos”, no aguantaban más privaciones. Vienen a decir que un repartimiento ahora, sería como una peste Bíblica para el pueblo. No podrían comprar las mieses.  Y tenían toda la razón.

Difícilmente podían hacer pensar al serrín.

(***) No le dan la importancia que tenían a las Heras. Se la quitan, creo yo, para hacer ver al que manda, la escasa importancia de estas, y el follón que se les avecina en caso de no prosperar la petición. Las Heras, en aquellos momentos eran importantísimas, y más estas por estar al lado del Pueblo.

(****) Ya les he descrito en otro cap. anterior qué fincas eran las que pretendían enajenar. Aquí, en las Angustias, la finca de D. Rufino Cobreros y adyacentes. Total 5 Cargas (70 heminas). La del Puente de las Viudas, se trató de la finca que, hasta dónde yo recuerdo, perteneció a la familia Posada de Benavente; desde hace unos cuatro años la ha adquirido unos Señores de Manganeses. ¡!Vaya finca!!

(*****) Con este asterisco hago énfasis para que vean los lectores hasta dónde llegó la sumisión de los pobres Ayuntamientos de aquella época, respecto a estos gerifaltes “tontos sin carnet”, pero tontos, tontos, tontos….

Por lo que veo, los alcaldes y regidores, además de mansos, tenían que parecer-al menos- aduladores. Las humillaciones y vejaciones las sufrían a diario.

Es evidente que el Ayuntamiento vendió esas ocho cargas, autorizado, ¡cómo no!, por el jefe, pero. ¿Cuándo lo hicieron?, ¿a quién o a quiénes?, ¿Por cuánto?, ¿fue suficiente el resultado de las ventas para hacer frente a las obras?

¡!Nada de Nada!! No hay nada en el archivo del Ayuntamiento que me aclare el remate de esta operación. Digo que no hay nada, porque por el sistema que aplicaron aquellos chicos de Zamora, mandados por la Diputación, hace unos doce años, así consta. Y yo digo, que el problema es que esos chicos no tenían ni p.  Idea de lo que es archivar documentos, y así nos va.

                                                                                            (Documento Nº 4-B)

En prueba de que lo que estoy diciendo es cierto, muestro a continuación una fotocopia de un Pleno celebrado por el Ayuntamiento de Santa Cristina el día 16 de abril de 1.844. El acta dice así: que para dar cumplimiento a lo acordado en el Pleno del Ayuntamiento anterior celebrado el 8 de marzo de 1.843, al que asistieron la mayoría de los vecinos del Pueblo, después de citar por sus nombres y cargos a los 6 miembros actuales que ahora forman la Corporación (antes eran tres), como Alcalde Constitucional D. Pedro Rubio, Teniente de A.D.      Manuel Rubio. Regidores: Gerónimo García, Tomás Rodríguez, Pedro Álvarez y Don Blas Rubio, advirtiendo que S.E la Diputación facultó al Ayuntamiento a realizar esta venta para el pago de LA CARRETERA. Otra tierra más a vender.

Este Pleno del 16 de abril de 1.844, fue una subasta pública para adjudicar las aproximadamente siete cargas de terreno de la Matilla al mejor postor-según recomendación de la Diputación Provincial-. En este caso, sólo hubo un postor: D. Pedro Rubio (alcalde).  A este le fue adjudicada por la cantidad de 1.920 Rs. de Vellón.

Gracias al legajo que había correspondido a una familia particular de este Pueblo, y que me dieron en Morales de Rey, he podido aclarar, al menos en parte, cuánto costó arreglar la carretera.

Las dos fincas, cuya solicitud de facultad de vender la promovió la Corporación anterior, eran OCHO CARGAS de terreno de la mejor calidad. Ahí están. Y otras SIETE, poco más o menos del Camino de Villanázar (Pago de la Matilla), total QUINCE CARGAS DE LA MEJOR TIERRA DEL PUEBLO, PARA QUE UN INUTIL -Jefe Político de Zamora- se pusiera una medalla. Tienen que saber que la Carga de terreno, EN AQUELLA ÉPOCA, equivalía a 14 HEMINAS; fueron “DOSCIENTAS DIÉZ HEMINAS” LAS QUE ILEGÍTIMAMENTE TUVO QUE PAGAR ESTE PUEBLO por el capricho de un iluminado. Estas tierras formaban parte del mayorazgo intitulado de Santa Cristina. Este mayorazgo, estoy convencido, se formalizó en los últimos años del siglo XV, como todos los demás del pueblo.

Por lo tanto, sí, debería estar en el archivo la documentación que yo necesito. Y, creo saber, en el mismo legajo que está todo lo referente a la Carretera.

De las tres fincas que vendieron, las Angustias quedó en el Pueblo, la del puente de las viudas voló hacia manos de Benavente, y la de la Matilla, en principio, en manos del Pueblo. Más tarde también voló hacia Benavente, precisamente a manos de la familia Bobillo. Pero esto es otra historia.

                                                                                          (Documento Nº 5-B)

En la segunda fotocopia de la citada acta de Pleno pueden ver ocho firmas de otros tantos vecinos que asistieron al Pleno, dándole legitimidad al acto. Entre ellas está la del anterior Fiel de Fechos D. Julián Morillo.

Y como no podía ser de otra manera, la de D. Benito Carrera, certificando los acuerdos como Fiel de Fechos (fedatario público) que actuó como tal.

No necesitaron asistir a ninguna escribanía, lo arreglaron todo en casa.

El documento que a continuación les muestro, es el primero en letra impresa que llegó al Ayuntamiento. Está fechado en Zamora el día 22 de Julio de 1.842.

                                                                                                    (Documento Nº 6-B)  

 Como pueden ver ustedes este oficio se comenta por sí solo.

Es una circular firmada por el Gobernador- Político D. Nicolás Calvo y Guayti. Parece ser que con esta circular y, me supongo, con gran alborozo por el estreno de la impresora, Zamora entró en la modernidad y el progreso. Flaco favor hicieron a esos dos conceptos, poniendo al frente un personaje de la calaña de este individuo.

Lean la circular tranquilos, despacio, sosegados y ….. ¡¡juzguen.!!

                                                                                             (Documento Nº 7-B)

Dos meses después volvió a la carga D. Nicolás en una nueva circular, con nuevas amenazas; coadyuvando a los Ayuntamientos en la consecución de sus fines. En esta circular no solamente amenaza a los Ayuntamientos-según él-morosos, sino que avisa a todo el personal, incluido el Secretario, que la desobediencia la van a pagar de sus bienes personales De momento al Ayuntamiento le impone una multa de ”200.- Rs.” POR NO PODER TOLERAR POR MAS TIEMPO SU CRIMINAL DESOBEDIENCIA O MOROSIDAD. El plazo para abonar la multa es de doce días. Sin perjuicio de llevar a efecto las demás penas con que se halla conminado.

Todo el coste de las reparaciones las pagó el Pueblo; ni el Ministerio, ni el Gobierno Político, ni la Diputación; nadie aportó un solo céntimo. Si exceptuamos la inversión de la impresora, que ya han visto para los fines que se empleó.

Dije al principio, que este hombre tenía un problema de aptitud. Ahora me ratifico en mi apreciación porque los hechos me han dado la razón. Como ya no me quedan epítetos para calificarlo, voy a poner una lágrima de mi propia filosofía: “Hay personas necias que pretenden ser el mesías; hay otras, más necias todavía que aspiran a ser El Mesías. Este es el caso.

Para cerrar este capítulo, quiero que vean los signos que dibujaban los escribanos para cerrar los documentos públicos en aquella época.

Estos dibujos, siempre acompañando a la firma del fedatario, suponían un mayor compromiso de este con la verdad; ya que, ponían a Dios por testigo de la veracidad de los hechos amparados por su firma. El signo significa:                          “En Testimonio de Verdad”.

La evolución de este dibujo, desde tiempo inmemorial, llega al Siglo XIX con una mejoría apreciable. Hasta tal punto, como pueden ver aquí, que la figura se convierte en una auténtica obra de arte.

Si vemos repetidas veces el “signo” de estos profesionales del derecho, como los van a ver ahora, pensarán que es un calco. Pues no; era el mecanismo que tenían para realizar a diario el dibujo con la punta de la pluma de ave.

Como rúbrica final, les presento dos recibos de Derecho de Hipotecas (hoy registro de la propiedad.) del año 1.833, expedidas en la administración de Benavente, Provincia de Valladolid.

Quizás fueran las dos últimas inscripciones realizadas en el Benavente de esa provincia. Este mismo año nos agregaron a Zamora.

La persona que realiza la inscripción, es ni más ni menos D. Joaquín Vargas, padre de D. Maxi Vargas. D. Maxi fue alcalde de Benavente en dos corporaciones, además de socio y Gerente de “Las Sorribas” de D. Anselmo González.